Me rodea el silencio y un cansancio invencible se apodera de cada músculo de mi cuerpo. Músculos maltratados y llevados al límite durante meses y quizás años y que ahora no entendían que podían descansar. Que no entendían que ahora podía despertar sin tener que escapar de la cuchilla pendiendo del techo o que ahora podían acurrucarse al lado de un cuerpo tibio y noble y sentirse seguros.
―¿Estás bien? ―preguntó él, volteando somnoliento, pero inquieto, con la sombra del pasado reflejándose en sus ojos claros y medievales.
Asentí con la cabeza un poco aturdida. La pregunta tiene truco, por supuesto. Sabemos que tomará tiempo y que pasarán muchas noches antes de que pueda responder a esa pregunta con sinceridad. Solo espero que él no se canse demasiado pronto de esperar.
―Vamos a dormir ―le dije y me rodeó con uno de su brazos, estrechándome contra él. Miré su rostro de sonrisa vacilante y me encargué de tallarla en mi memoria quebradiza y de archivarla en mi mente, esa estantería derrumbada que ahora volvía a ponerse en pie. Pronto y de una forma que mi cuerpo cubierto de cicatrices todavía no podía entender, comencé a quedarme dormida junto a él, que haría un esfuerzo considerable al dormir tan pegado a mi ser tembloroso y plagado de pesadillas. Ya pensaría en alguna forma de recompensarlo.
Por ahora, buenas noches.
―¿Estás bien? ―preguntó él, volteando somnoliento, pero inquieto, con la sombra del pasado reflejándose en sus ojos claros y medievales.
Asentí con la cabeza un poco aturdida. La pregunta tiene truco, por supuesto. Sabemos que tomará tiempo y que pasarán muchas noches antes de que pueda responder a esa pregunta con sinceridad. Solo espero que él no se canse demasiado pronto de esperar.
―Vamos a dormir ―le dije y me rodeó con uno de su brazos, estrechándome contra él. Miré su rostro de sonrisa vacilante y me encargué de tallarla en mi memoria quebradiza y de archivarla en mi mente, esa estantería derrumbada que ahora volvía a ponerse en pie. Pronto y de una forma que mi cuerpo cubierto de cicatrices todavía no podía entender, comencé a quedarme dormida junto a él, que haría un esfuerzo considerable al dormir tan pegado a mi ser tembloroso y plagado de pesadillas. Ya pensaría en alguna forma de recompensarlo.
Por ahora, buenas noches.
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