¿Para qué escribir?
Escribir no sirve para nada. Solo es un rincón de intimidad,
de magia y emoción, es decir, pura basura. Es inútil querer pasar horas en una
actividad que no solo aviva el intelecto, sino que sensibiliza el corazón. ¿Quién querría hacer algo así? ¡Vaya inutilidad!
Escribir es una pérdida de tiempo. Consigues unirte con tus
propias emociones y gritar aquello que llevas guardado. ¿Para qué si es más
fácil mantenerte en silencio? Es más económico y mucho más incómodo. Adora tus
cadenas, para eso están hechas. ¿Por qué querrías liberarte de ellas frente a
una hoja en blanco?
Escribir es algo que todos pueden hacer. Con un poco de
tiempo, cualquiera que sea alfabeto puede escribir. ¿Por qué intentarías jugar
con el lenguaje y llevar tu mente y la de otros más allá de las barreras de tu
realidad? ¡La realidad es la única digna de respeto! ¿Por qué intentarías
enamorar y enamorarte a través de las palabras? ¿No sabes que no existe el
amor?
Escribir es algo que solo unos pocos consiguen. ¿Acaso crees
ser como Cortázar? ¿Cómo Shakespeare? ¿O incluso como el más modesto de
aquellos que han publicado en tu país? ¿Para qué vas a intentar luchar por tus
sueños? ¿Para qué vas a intentar construir tu hogar y tu castillo con tinta?
¿Para qué vas a continuar avanzando con la frente en alto?
Escribir no tiene ninguna utilidad práctica. ¿Por qué
habrías de convencer a otros que leer es interesante y necesario? ¿Acaso crees
que la imaginación, la innovación, el pensamiento crítico, la sensibilidad y la
fantasía son cosas necesarias? ¿No te das cuenta de que no necesitamos seres
humanos con una mente propia? ¿No te das cuenta de que necesitamos máquinas
programadas para vivir sin un solo parpadeo, sin una lágrima o una sonrisa?
Escribir es una tarea de vagos. No podríamos llamar de otra
manera a todos aquellos que se pasan horas en busca de una palabra o recorren
las calles en busca de una emoción. Es digno de perezosos y holgazanes el
pasarse la vida en un castillo de letras, perfeccionando cada trazo y
torturándose con el ritmo de cada palabra y la cadencia de cada oración.
Escribir es para los débiles. Nadie puede negar que
enfrentarse a los demonios propios sin más armas que una pluma y una hoja en
blanco es una tontería para aquellos que se doblegan ante la realidad que ellos
mismos doman. Sin duda, colocar las manos en el fuego de la soledad a través de
una palabra y luchar contra los dragones de la melancolía y la cólera ardiente
con una espada de adjetivos es de cobardes.
Escribir es para sentimentales sin remedio. ¿Nunca has leído
novelas negras o de terror? Allí el romance se palpa en cada página mientras
tus manos se manchan de la sangre de las víctimas y tu aliento se acelera con
la adrenalina del asesino que te espera en el siguiente parpadeo. Podrías
aspirar las rosas en las calles plagadas por la pobreza y la marginalidad y
susurrar un “te amo” mientras alguien ladra órdenes que te robarán la libertad
y los sueños. ¿A que no es romántico?
Escribir es recordar a cada momento que estoy atada a un fantasma
y sonreír cada vez que su nombre resuena entre las paredes rayadas de mi
ciudad. Escribir es sentirte vivo, aunque cada uno de los alientos de tu cuerpo
parezca opinar lo contrario. Escribir es sonreír y llorar cuando la frialdad
entumece cada uno de tus músculos y te empuja hacia una zanja de esclavitud e
impotencia.
Escribir es ira, es guerra, es paz, es amor, es temor, es
valentía, es dolor y placer, es amar y odiar, es recordar que somos tú y yo,
que podríamos ser nosotros, que tal vez nunca lo seamos. Escribir es
simplemente el acto de colocar palabras una tras de otra de manera que, de un
segundo para otro, cada línea frente a tus ojos consiga dar vida a un espectro
que te mira y golpea tu pecho con la fuerza de las emociones que creías haber olvidado.
Escribir es lo único que podría tener sentido en una caverna
en que puedo sentir la brisa del exterior, pero prefiero acariciar las cadenas
que me atan a la piedra y sonreír a mis captores con una gratitud nacida del
pecho débil de una niña. Escribir es amarte y recordar que seguimos corriendo
hasta que uno alcance al otro y sea demasiado tarde para dejar de hacerlo.
Me ha encantado! me siento de cierta forma identificada, a veces escribir parece inutil pero es una gran salida, es entrar a otro mundo y llevar a otro... de poder te daria un +1.... espera si puedo! xD
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