Podemos dar la bienvenida a un nuevo mes ¿no
es así?
Un mes que puede estar lleno de muchísimas
cosas: buenas, malas, neutras, de días largos y tediosos, de horas que se
vuelven segundos en tan solo unos instantes, de lágrimas dulces y de risas
saladas. Puede que un día sea perfecto y otro sea tan oscuro que nunca acabe,
aunque termine finalmente.
Es un mes de calabazas de otras tierras, de
tradiciones extranjeras, de monstruos, muertos, oscuridad… y fantasmas. De aquellos
simpáticos seres con cuerpos de sábana que aparecen de la nada con un par de
ojos brillantes mirando a través de sus agujeros. ¿Podría decir que ahora
entregué mi alma perdida a uno de esos misteriosos entes de la noche?
Octubre es un nuevo mes, otra nueva hoja en el
calendario, otro nuevo paso que se da a lo largo del año. Quizás no tenga nada
en especial, realmente. Otros 31 días que pasarán, como muchos otros parecidos
que ya han pasado, como otros tantos que ya pasarán. Otra Noche de Brujas con un
caramelo anaranjado igual que muchísimos más. Otras semanas tan iguales como
tantas y tantas.
Pero es un mes completamente distinto. Lo es, pero no porque las horas hayan comenzado a avanzar distinto. No
porque el calendario marque cruces y anotaciones especiales en sus márgenes. No
porque haya alguna profecía que acabe con el mundo con sus palabras. Es
distinto, porque es otro mes al lado de un fantasma. Otro mes que llega y en el
que sé que estás allí, al otro lado, bajo un sol igual al mío, existiendo,
escribiendo, avanzando, corriendo, latiendo.
Es un mes distinto, porque también han nacido
iluminadas, porque han nacido jugadores astutos y fieles mecánicos e invisibles
nubes de humo. Pero es otro mes en que me convierto en una pequeña aprendiz que
corre junto a ti. Es otro mes en que me convierto en sueños y en una mano en tu
mejilla y en otra aferrando tu mano. Otro mes en que pretendo ser el trampolín.
Otro mes en que aprendo del maestro del acecho y en que me hundo en un lago de
miel para luego salir, pegajosa y sonriente a encontrar que tú también chorreas
y tratas de sacarte esa dulzura de encima.
Espero lleguen a esas tierras que solo imagino
y adoro, mis mejores deseos para este mes nuevo, igual, distinto, idéntico, increíble
y tranquilo. Porque lo más importante de este mes, que espero traiga nuevas
fuerzas para cada día, hora y segundo…
… es que es otro mes en el que sigo amándote
con más fuerza nunca: Es el mes de los fantasmas.
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