Nota de la autora: ¡Otro ejercicio más de Literautas! Esta vez el objetivo es describir un objeto luego de haberlo tocado y sentido con los ojos cerrados: "Agudiza tus sentidos" ¿Adivinan qué estoy describiendo? ¡Un saludo!
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Refugio de letras
Fueron los bordes
con los que primero me encontré. Cuatro bordes romos, pero extrañamente
afilados de una especie de madera delgada y artística. La portada de madera era
suave y lisa, sin irregularidades. La espiral que juntaba las hojas parecía
desentonar con el aroma a antigüedad, dejando entrever un dejo de
industrialización que chocaba con lo áspero de las hojas.
No pude evitar
que mi nariz se acercara al centro de ellas y un olor familiar a hojas
recicladas se acercó a mí junto con un sabor a papel cuando arranqué un trocito
con mis dientes. Las hojas ajadas por el uso me recordaron que era mía y que
podía masticarla o escribir sobre ella si lo deseaba. Con una última sonrisa posesiva,
la cerré rápidamente, sintiendo el sonido cómplice de la madera chocando con el
papel en un «thud» que era casi musical.
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