Dolor en la oscuridad [Fanfiction]

domingo, 13 de mayo de 2012

***

―¿Qué sucede?

Todas sus conversaciones parecían empezar de la misma manera últimamente. Él sabía que ella no confiaría en nadie más para romperse, pero aún así quería ser cauteloso, prudente, considerado y ella lo apreciaba.

La oscuridad era apenas desafiada por algunos rayos de la luminosidad del exterior que el gran ventanal junto a la cama dejaba entrar a la habitación. Su silueta cansada se recortaba en el borde de la cama y Rorek se incorporó del todo, esperando una respuesta. Aguardó algunos segundos hasta que notó sus hombros relajarse un poco.

―¿Otra pesadilla?

Sabía que no era eso y su risa algo amarga vino a confirmarlo del todo. Los ojos celestes del albino se adaptaban con facilidad a la penumbra y, aunque sabía cómo tratar con Rachel, siempre tenía miedo de aquellas conversaciones. Y ella lo sabía.

―No exactamente. ―Su voz era apenas un susurro.

Solo él podía notar que ella temblaba suavemente, que su piel estaba más pálida de lo normal y que sus ojos se entornaban con un dolor que lo hacía estremecer. Se levantó rápidamente, rodó la cama y se acuclilló frente a ella, trémulo y angustiado por el dolor de su novia. ¿Por qué no podía tener un solo descanso? ¿Por qué siempre ella?

―¿La música otra vez?

Ella asintió quedamente. Su mirada estaba fija en un punto del ventanal, perdida en un horror que solo tenía cabida en su propia mente. Odiaba esa mirada de asustado dolor que adquiría su semblante durante las noches. Cada día parecía una tortura y aunque durante las mañanas y tardes ella lo disimulaba lo mejor que podía, simplemente la noche no le daba descanso.

―Rachel…

’Cuz I’m losing my sight, losing my mind, please somebody… No puedo olvidarla, cada vez que me duermo…

―¡Rachel! ¡Reacciona!

El hechicero notó sus ojos oscurecerse de dolor, rabia y deseo, dejando surcos en su rostro pálido. El demonio pidiendo a gritos ser liberado para lidiar con tanta oscuridad. Ella cerró los ojos y se levantó bruscamente con aquella velocidad abismal que él jamás podía prever.

―No, estoy bien ―murmuró incoherentemente―. Rorek, solo fue un…

―Él está…

―¡No! Él no está. Es solo…

―Tu mente…

―Estoy bien.

―Rachel…

―Estoy bien.

―Eso no es…

―¡¡Estoy bien!!

Rachel cortó el silencio con un jadeo y sonrió con ironía. Estoy más loca que una cabra ¿no es así? Rorek se acercó a ella con más ímpetu. Su figura varonil y vibrante la reconfortó durante unos instantes, pero siempre duraba demasiado poco. Tenía que concentrarse en él, en todo su mundo, en la risa de sus amigos, en el toque de su amante, en el aroma de las mañanas…

No en él.

Sintió sus brazos rodeándola y se apoyó en su pecho siempre cálido con el fuego del dragón en su corazón, tratando de sonreír, de parar de temblar. Odio estas noches. Se supone que yo soy la fuerte del dúo.

«¿Y yo que soy?», preguntó él, divertido. «¿La mucama?»

El héroe.

―No empecemos ―le advirtió el albino con un tono de reprobación en su voz, mientras la estrechaba un poco más. Los mechones de cabello violeta le hacían cosquillas, pero era lo último que tenía en mente en aquel momento―. Tú me hiciste un héroe ¿recuerdas? Soy solo un caballero errante en deuda con su dama…

Ella sonrió. Adoraba el tono de su voz cuando hablaba de esa manera. Medieval. Elegante. Suave e intenso como un poema susurrado en la oscuridad.

―No empecemos ―repitió ella, algo más tranquila y con un tono de ironía en su voz. Se separó de él, rodando los ojos y tallándose un ojo―. Vamos, esto es ridículo. Lamento haberte despertado. ―Rachel se dirigió nuevamente hacia la cama, observando con recelo el ventanal.

―¿Me contarás qué sucedió?

La joven bajó la vista un segundo. No quería hablar de ello, ni siquiera quería pensarlo. El rostro burlón de su enemigo, moviéndose con la precisión letal de una serpiente, provocándola, torturándola, desgarrando su piel y quebrando sus huesos. Los gritos de los demás que no lograron sobrevivir, el conocimiento de que finalmente él lo había logrado… Crear la máquina perfecta…

―Mañana ―dijo ella―. Cuando haya luz.

Rorek aceptó aquello. No lo dejaría pasar, pero tampoco la dañaría más con su insistencia. La abrazó bajo las sábanas, besándola en la frente, prometiéndose protegerla, prometiendo no dejarla nunca sola nuevamente. Pero ya había fallado y ella ya había pagado el precio. Cuando encontrara a ese cabrón… cuando encontrara a aquel que la torturó durante meses para convertirla en su títere…

―Deja de pensar en él ―murmuró ella por lo bajo con voz ronca.

―Yo no…

―Émpata ¿recuerdas? Rencor, odio. Vamos, quiero algo como arcoíris y pajaritos. Sé como Starfire por una noche ¿vale? O piensa en lo divertido que es que nuevamente le haya quitado el puesto en el cine a Terra. ―Su risa lo reconfortó―. Eso fue muy gracioso.

―Está bien, está bien. Seré bueno. Buenas noches, Rach.

―Buenas noches, hombre dragón.

Pero su voz nunca la abandonaría, ni siquiera en los brazos de aquel que amaba más allá de todo su entendimiento ―que no era poco. El tono de voz de su némesis, que transformó cada nota en dolor puro. Ni siquiera aquella noche. O cualquier otra.

For the King, for the land, for the mountains, for the green valleys where dragons fly. For the glory, for the power to win the Black Lord I will search for the Emerald Sword ―cantó suavemente Rorek en su oído con aquel tono de voz que no servía para la música.

Pero el hombre a su lado sí sabía cómo sanar su corazón herido, su cuerpo agotado y su alma desgarrada. La música no tenía por qué ser fuente de agonía ¿verdad? No con un guerrero milenario allí, respirando junto a ella, recordándole que tenía razones por las que resistirse, por las que no sucumbir y convertirse en un arma de guerra, en un asesina. El demonio podía encontrar refugio y fuerza bajo las alas de su dragón ¿no?

No temas, asesina. ―La voz traía verdad y dolor a la oscuridad―. Ni hombre ni dragón te alejarán de mí, porque… Oh, Rachel, Rachel, serás tú quien vuelva a mí.

Y así sería.

4 comentarios:

  1. Muy bueno. Un trio interesante, aunque no sabía que Raven y Rorek habían terminado juntos. ¿O eso fue idea tuya? Shiran x)

    Esto es para la Raven de tu fic. (Una Raven que escucha Papa Poach x) Nice) "If today was your last day" Nickleback

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  2. Es una idea mía, por supuesto x) Y solo como apunte: la Raven de mi fic no escucha por gusto Papa Roach. Por eso es solo una escena este escrito y no tiene mucho sentido, porque el trasfondo involucra un psicópata que utiliza la música como arma x) Pero gracias ^^

    Gracias por la recomendación y por comentar (: Siempre se aprecia.

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  3. O.O Tu nunca comentas mis comentarios... Esto es raro. Espera...

    (Argus lee de nuevo)

    Haber...se supone que Rorek es el hechicero, no Malquior. Los dos hablan de Malquior, ¿no? Pensé que Malquior era mago, no sabía que atacaba con música. Así que, ¿De que demonios hablas? x)

    No me des las gracias, es un verdadero placer (: (Esa es la risa irónica, ¿no?)

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  4. Ninguno habla de Malchior. "Él" [el malo de la historia] es un personaje ficticio que está en mi mente y que nunca conocerán xD Por eso es una escena suelta :roll:

    jajaj en mi caso, no era una sonrisa irónica ni nada, era sincero... pero bueh.

    Saluditos x)

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