Mundo del Cómic: Witchblade

viernes, 4 de mayo de 2012


Ya que me comprometí conmigo misma a hacer más o menos un registro de lo que estaba haciendo en el mundo del noveno arte, me dedicaré en esta entrada a contar de las últimas traducciones que he podido desarrollar en este último tiempo. Dudo tenga tiempo de hablar sobre las últimas lecturas (¡Aunque hay algunas obras muy buenas!), por lo que en esta oportunidad la dedicaré a las traducciones.

 Mi último trabajo traducido fue Witchblade Takeru: Manga. No, no es manga en sí, aunque es lo que llaman ahora “estilo manga”. No veo cuál es la verdadera diferencia, realmente, ya que a mis inexpertos ojos parece simplemente igual; podríamos señalar como “gran distinción” que es de editorial norteamericana, pero el dibujo y estilo es idéntico al japonés.

Traduje losnúmeros #5, #6, #7, #8, #9, #10, #11 y #12 ―los últimos―, por lo que no conozco el origen de la trama que me tocó leer. Por lo que pude apreciar, cuenta la historia de Takeru, una chica de secundaria que por un motivo que seguro explican en los primeros números es la portadora de una arma demoníaca letal: la Witchblade. Es un mundo de demonios brutales y de hombres incluso más salvajes que se unen en el Japón moderno. 

Destacan los personajes de Kou, el mejor amigo de la protagonista y poseedor de la legendaria espada Mata Demonios ―sí, qué conveniente. Además de esta convenientemente genial arma, también el chico es heredero de un amplio linaje de cazadores de demonios que han luchado por generaciones para mantener los demonios a rayas. Otro personaje interesante es Lady Fuura, una brutal demonesa con una trágica historia de venganza y tortura. 

La trama se centra en la chica y su arma mágica. Todos querrán perseguirla: desde los demonios que la reclamaban como suya hasta el subsecretario de Defensa de los Estados Unidos, quien será una figura importante para entender el origen de la guerra. El final es bastante agridulce y no me terminó de convencer, además que deja la posibilidad de una continuación, pero al menos no es del todo simplón, aunque por pelos. 

En lo personal, el cómic en sí no me llamó mucho la atención. Hay poco diálogo y mucho énfasis en las escenas de combate ―no del todo realistas― y en los atributos de la protagonista y, en general, de todas las mujeres que aparecen en el cómic. No fue algo que realmente quede en mi récord de obras memorables, pero es un trabajo más y para quien le guste Witchblade, podrá disfrutar de los últimos números en español.
El manga, pese a ser esta vez de corriente norteamericana, sigue sin agradarme del todo. Tal vez en otra oportunidad podamos acercarnos un poco más.

Hasta la próxima vez x)

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