Espionaje

viernes, 7 de septiembre de 2012

El hombre abrió la puerta con rapidez y se acercó al mesón. Vestía de forma pulcra y, aunque una mirada seria y disciplinada adornaba sus ojos duros, un atisbo de sonrisa se adivinaba entre sus labios.

―Señora, el objetivo recibió el mensaje. ―Hizo una pausa sarcástica y prosiguió―. Afirmó no tener absoluta idea sobre su significado.

La risa de la mujer se sintió con una suave complicidad en todo el lugar. Bajó la vista un momento y saboreó la sonrisa que se extendía por su cara antes de devolverle la mirada a su subordinado.

―¿Crees que deba explicarle? ―Él no podía responder algo así, ya que no era su lugar, pero el silencio y su expresión sirvieron para sus propósitos―. Déjame adivinar, él cree que estoy enfadada. ―Se recostó en el mullido sillón y observó de reojo la ventana a sus espaldas―. Es curioso, ¿sabes? Porque el mensaje contenía solo un "furiosa". Nunca pensó que era una furia contra mí misma, ¿verdad?

―Tal vez lo haya considerado ―apuntó el agente, cruzándose de brazos por un momento antes de volver a asumir una postura más profesional―. Seguramente lo descartó posteriormente.

«Por supuesto que lo hizo». La mujer soltó un suspiro, entre resignado y nostálgico y comenzó a redactar otro mensaje con trazos rápidos y sencillos, sorprendida incluso por la facilidad con que las palabras fluían en el papel.

"Tu crimen fue ocultarme lo que sentías, pero jamás apunté mis dardos contra ti por eso. En realidad, podríamos decir que todo este circo es culpa mía (y lo lamento) pero es más divertido que lo descubras por ti mismo. Eso es lo malo de ser un buen maestro: que tarde o temprano ganas un aprendiz.

Despide a tus subalternos: si ninguno notó ese sentido en la carta, les estás pagando por nada. Y... por cierto, siempre amé los adverbios. ¿Algún día entenderás mis bromas o tendremos que gastar todo el presupuesto de La Agencia en rodeos?"


―Bastante directo, ¿no lo crees, Igor? ―murmuró ella con un tono burlón mientras metía le mensaje en un sencillo sobre firmado―. Espero puedas llevarlo en persona a su mensajero. Oh... y me gustaría que agregaras algo dicho en forma oral.

―¿Qué desea que le comunique?

―Que cuando acabe su proyecto, lo mandaré matar si no me envía una copia. Y que gracias por la corrección. ―El agente se retiró con un movimiento marcial de sus talones, dejando a la mujer rodeada de papeles y planes con una sonrisa ilusionada y estratégica en sus labios.

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